Sea cual sea tu objetivo, y para el que planifica tu entrenador personal si es que lo tienes, tu rendimiento será tan bueno como sea tu recuperación.
La mayoría de las personas y de los entrenadores personales, ponen el foco en la sesión de entrenamiento. En esforzarse más, en rendir tanto como pueden sin tener en cuenta el grado de recuperación desde las sesiones anteriores o cuanta recuperación será necesaria tras esta última sesión…
Cuanto más tarde tu organismo en recuperarse más tiempo tardará en poder rendir al máximo otra vez, o simplemente tanto como creas oportuno. Es una afirmación básica, simple, sencilla que en la mayoría de los casos se pasa por alto. Hecho que como entrenador personal conozco perfectamente.
Hace no mucho hablaba con Jerónimo Bravo el entrenador personal de fondistas, el entrenador español de mayor prestigio internacional acerca de esto y me decía: “lo que diferencia a los mejores atletas del resto no es su capacidad genética, que también, su capacidad de esfuerzo, que también, sino su capacidad profesional para hacer lo que tienen que hacer para recuperarse y estar listos al 100% para la exigencia de la siguiente sesión de entrenamiento. Otros simplemente en lugar de descansar salen a dar una vuelta por el centro comercial, ver la ciudad, salir a cenar, etc.”
Cuando entrenas estresas tu organismo, sea lo bueno que sea tu entrenador personal. El estrés no es algo malo, debe estar presente para mejorar y solo es malo cuando acumulamos más cantidad de la que el organismo es capaz de gestionar en la recuperación. Encima muchas personas acumulan más estrés al reducir las calorías que consumen, al aumentar el ejercicio cardiovascular, dar menos descanso, hacer más trabajo, etc., etc.
¿Cómo recuperarte adecuadamente?
Esto lo vamos a analizar en breve en un próximo artículo, pero para empezar bebe adecuadamente antes de comenzar la sesión, y durante, de entrenamiento.
Escucha a tu cuerpo, si te notas especialmente cansado, más días de lo normal, estás de peor humor –uno de los mejores “avisadores” de que algo sucede- o si tienes dolor, reduce las cosas gradualmente.
¿Qué puedes hacer para recuperarme mejor?
Ya te lo he dicho: hidrátate y nútrete mejor y en el próximo texto hablaremos de otras posibilidades.
Ánimo y sé constante.